Sesenta días hace que no lo tengo
Sesenta se han cumplido ayer de noche.
Y en esta tarde.
Cuando el que era no es, ni lo será otra vez.
Ser raiz y ser sombra. Sigue la vida.
Une dos siglos.
Deja un hueco en el pecho, de sal y fuego,
que consume en sigilo. No calma el duelo.
Y soy huérfana.
Tengo clavo y cadena, más no madero.
Que lo ha llevado todos, el carpintero.
16- setiembre- 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
:( :( :(
ResponderEliminary sí, vos y yo también huérfanas de alguna manera ¿no?
abrazo