lunes, 31 de mayo de 2010

El día que crezcan las alas

Guarda el fondo de mi alma tristeza antigua
heredada y mía.
Ocho candados tiene por que hubo uno
libre, en la orilla.
Ese caudal de vida que como un río
brotó en Octubre
tiene un ímpetu loco que lo hace suave,
que lo hace manso,
que lo hace hosco.
Guarda el fondo de mi alma tristeza antigua
que sale a veces
venciendo las hendijas que los candados
aún no la dejan.
Espero ese momento que me libere de la tristeza.
Y los candados rotos
brotados de alas,
surquen el cielo.
Le dirán a los pájaros que ya son libres
como son ellos.
El día que se despidan candados, alma,
tristeza, vida,
será el más bello.
Tendré grácil el vuelo, sonreirá el río
de mis desvelos.
No existirán compuertas.
No abrá prisiones
ni prisioneros.

1 comentario:

  1. Qué hermoso amiga poder volar sobre todo, sin candados ni prisiones. Un beso.

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